Distancia

Silencio de esos que duelen, de esos que nos mantienen frío el alma, de esos que nos dan ganas de acostarnos pero que no nos dejan dormir.
Extraño las risas, las canciones al despertar, extraño el sonido de tu voz aunque mas no fuera a través de videollamadas, extraño el tiempo, el frío, el calor...
¿Dónde estarás Gallego? ¿cuándo volverás? son algunas de las preguntas que me hago a cada instante y lo peor es que si no llevara este diario me volvería loca de tristeza, porque aunque me hayas dicho que pronto volverías siempre guardo el miedo de que vuelva a suceder y desaparezcas de mi vida.
Debo reconocer que somos prácticamente iguales en ese sentido, porque nuestro trabajo nos hace desconectarnos del mundo sin siquiera haber tenido tiempo de despedirnos, pero esta vez la siento como la primera cuando te fuiste, siento un dolor agudo en mi pecho, un gran malestar a nivel general que quizás no debería contarte para no angustiarte, pero no sería honesta con vos y no me gustaría el hecho de estar escondiendote cosas.
Vos sabes mejor que nadie lo que siento, lo que me pasa cada vez que hablamos, vos conoces mis caras, mis gestos, sabes leer mis ojos sin siquiera preguntarme que me pasa, los tics, vos sabes cuales son mis sueños y como abrazarme para que deje de llorar.
Pienso muchas veces esta frase:

... si se pudiera volver el tiempo atrás, ¿harías lo mismo? ...

Es tarde, demasiado, pero no puedo dormir, hace días que tengo un gran desvelo, las musas volvieron con todo y no me dan respiro... se que si no estuviera escribiendo, estaría a tu lado abrazandote con todas mis fuerzas mientras miramos una película, pero la distancia hace que tome la opción de escribirte asi por lo menos nos mantenemos en contacto... Quien te dice quizás pases a leerme...