Abasto Mágico

Las palabras fluyen con una facilidad casi mágica, debido a que las musas volvieron para quedarse y gracias a que nuevamente mantengo un ritmo en la redacción que hace que no tenga pereza mental.
¿Que pudiera decir que no hiciera que te sintieses mal? ¿que debería hacer para que mi corazón vuelva a latir sin pedir permiso ni perdón a nadie por no estar haciendo lo correcto? miles de pensamientos dan vueltas en mi cabeza.
Pienso, medito, vuelvo a pensar...
Salgo a las corridas de la redacción, ya es tarde y no hay mucho que quede por hacer por aquí, asi que me tomo un subte que me lleve directo al Abasto, la verdad que esto de la nueva Myrna tomadora de subtes me esta sorprendiendo bastante. Decenas de imagenes de Gardel, en pinturas, en grafittis y por que no tambien en una estatua que la verdad que deja a mas de un turista con la boca abierta.
Abasto de Buenos Aires se lee frente a esa estatua; sí, el shopping en el cual a la mañana temprano había reservado una entrada para ir al cine a ver la tercera parte de la Saga Crepúsculo: "Eclipse".
Como siempre, llegaba tarde, cuando miré el reloj me di cuenta que lo de las fotos me había tomado mas tiempo del que suponía, asi que corriendo, pero con cuidado debido a la lluvia que bañaba las escalinatas del cine, subí a ocupar el lugar en la fila de la sala 6.
Luego de ir al baño y hacer una cola de veiticinco mujeres al borde de la locura entré a la sala, al sentarme noté de reojo que el chico que tenía en la butaca de al lado me miraba fijamente, pero la verguenza fue mas fuerte que yo, asi que dejé que pasara un rato y luego nos miramos al mismo momento y continuamos con la película. ¿Quién sería ese chico misterioso que me observaba con tanto detenimiento? ¿acaso me conocía? Solo se que después de esos 124 minutos, mis nervios estaban a flor de piel, su perfume me estaba volviendo loca asi que decidí dejar el silencio a un lado.
Los créditos estaban desplegandose en la pantalla y nosotros hablando, hasta que en un momento nos quedamos mirándonos y me besó... Nada después de eso tuvo mas magia... el resto habla por si solo...

Reflexión!

Una nueva mañana me traía con sigo a un nuevo sol y con el la esperanza de poder hacer lo que realmente tenía ganas...
Un nuevo día en la redacción, por suerte bastante trabajo para mantener la cabeza ocupada y lo mejor de todo es que tenía como un extra tomar fotografías del centro histórico de la Capital: la Plaza de Mayo, La Casa Rosada, La Catedral, El Cabildo, El Banco Central, la Jefatura de Gobierno y algunos puntos claves como la calle Florida, Puerto Madero, el Correo Central y el Luna Park. Pero no iba a acabar hoy ya que mañana debía ir al Abasto a terminar con algunas tomas para la entrega.
Frío sobre Buenos Aires, la ausencia pesa en lo mas profundo del alma, pero la esperanza es lo que aun me hace seguir caminando ya que este trabajo es quien me define como lo que soy, como lo que siempre quise ser y de ninguna manera voy a abandonar mis sueños por una especie de depresión.
"Soñar no cuesta nada", dicen, ¿pero que pasa que la gente lo hace tan poco? es lo que me pregunto a diario, ¿será acaso que los sueños solo se dan el gusto de posarse en personas libres de alma? La verdad que no lo se, pero me aguarda mucho camino por recorrer, muchas personas por conocer y muchos sueños por cumplir.
Podría decirse que soy una porteña extraña ya que nunca en mis casi 28 años viajé sola en subte, asi que ya que tenía que hacer unos trámites me aboqué a la aventura de subirme sin que nadie me dijera: "Por ahí".
La soledad suele ser extraña cuando no tenes tiempo de pensar en compartir tu vida con alguien por miedo a ser lastimado, a ser manipulado y a todas esas cosas que lleva la experiencia de relaciones tormentosas. Lo que mas duele no es el golpe, es la palabra que hace que te desvalorices, el golpe psicologico aquel que no te deja aliento para volver a ponerte de pie.

Festejo Sorpresa

Llueve sobre Capital, a medida que van corriendo los minutos se descarga con mayor intensidad, pero es mas fuerte que yo, así que me visto rápido y salgo a la calle.
Otra nueva lluvia, otra de las tantas que caen en los últimos tiempos y porque no decirlo también una mas que me da la bendición de poder mirar al cielo y observar las gotas caer sobre mi.
De a poco la opresión en el pecho se va distendiendo y el fin de semana esta por terminar, pensar que uno puede escribir tanto en dos días, ¿no? pero se que mañana el Editor me quiere de nuevo en redacción y quizás no pueda dedicarle tanto.
Última noche de vacaciones, así que aprovecho a salir a caminar aunque el frío traspase mis huesos; Cleo quedó durmiendo en su canasta junto a Apollo que cada día que pasa esta mas lindo.
Cerca de la plaza me encontré con una amiga que hacía bastante no veía, pero que como necesitaba tomar aire había salido como yo debajo de la lluvia a pensar. Milena, era su nombre, la había conocido en una de esas vueltas que da la vida y hacía bastante que no nos veíamos porque nuestros trabajos tienen horarios que no se complementan. La alegría que nos produjo encontrarnos nos unió en un abrazo de esos que te quitan el aliento y hacen que te olvides de la lluvia fría que cae a tu alrededor, porque ella tanto como yo necesitabamos hablar y que mejor que hacerlo un día como hoy. Así que la invité a casa y después de poner a hornear el bizcochuelo continuamos con la charla que no habíamos dejado desde que nos encontramos.
Fue una gran noche, lloramos, nos reimos, y ambas sabíamos que aunque el día del amigo había pasado esa fue nuestra forma de festejarlo.
Eramos Felices de que la vida se haya tomado el trabajo de encontrarnos en un día como hoy...

Distancia

Silencio de esos que duelen, de esos que nos mantienen frío el alma, de esos que nos dan ganas de acostarnos pero que no nos dejan dormir.
Extraño las risas, las canciones al despertar, extraño el sonido de tu voz aunque mas no fuera a través de videollamadas, extraño el tiempo, el frío, el calor...
¿Dónde estarás Gallego? ¿cuándo volverás? son algunas de las preguntas que me hago a cada instante y lo peor es que si no llevara este diario me volvería loca de tristeza, porque aunque me hayas dicho que pronto volverías siempre guardo el miedo de que vuelva a suceder y desaparezcas de mi vida.
Debo reconocer que somos prácticamente iguales en ese sentido, porque nuestro trabajo nos hace desconectarnos del mundo sin siquiera haber tenido tiempo de despedirnos, pero esta vez la siento como la primera cuando te fuiste, siento un dolor agudo en mi pecho, un gran malestar a nivel general que quizás no debería contarte para no angustiarte, pero no sería honesta con vos y no me gustaría el hecho de estar escondiendote cosas.
Vos sabes mejor que nadie lo que siento, lo que me pasa cada vez que hablamos, vos conoces mis caras, mis gestos, sabes leer mis ojos sin siquiera preguntarme que me pasa, los tics, vos sabes cuales son mis sueños y como abrazarme para que deje de llorar.
Pienso muchas veces esta frase:

... si se pudiera volver el tiempo atrás, ¿harías lo mismo? ...

Es tarde, demasiado, pero no puedo dormir, hace días que tengo un gran desvelo, las musas volvieron con todo y no me dan respiro... se que si no estuviera escribiendo, estaría a tu lado abrazandote con todas mis fuerzas mientras miramos una película, pero la distancia hace que tome la opción de escribirte asi por lo menos nos mantenemos en contacto... Quien te dice quizás pases a leerme...

¿Solo un mal sueño?

Desperté llorando como loca, como hacía mucho tiempo no lo hacía, me dolía muy fuerte el pecho, eso parecía un augurio de que algo no iba a ir bien.
Para despejarme tomé las toallas y fui a darme una ducha como esas que me daba hace años de aproximadamente 3 minutos... Mucho frío sobre Capital, las gotas de la lluvia hacían que no notara los 4 grados que mencionaba el canal de las noticias.
Al salir, Cleo aguardaba al pie de la puerta para darme los buenos días, asi que solo quería tomarme un matecocido veloz y salir a la calle, necesitaba respirar...
La angustia en mi pecho no había reducido su presión y aun nada se encontraba fuera de lugar, asi que quizas era solo debido a un mal sueño.
No había revisado los mails, ni el facebook porque no quería colgarme ahí, quería ver, quería sentir, quería caminar por esas callecitas que tantos recuerdos me traían, quería que los negocios de la Avenida Corrientes abrieran solo para mi.
Te necesitaba y hacia días que no sabía nada de vos, ya era realmente preocupante, quizás debido a eso era mi mal despertar de hoy... si bien hemos tenido épocas de no hablar, hemos pasado mucho tiempo juntos también y de corazón nose si iba a poder soportar volver a perderte después de las últimas charlas que habíamos tenido.
Te soñaba caminando junto a mi en San Telmo, en las librerías de Corrientes, en el cafecito ese donde nos juntabamos a veces después de que te fuera a buscar al trabajo, te veía tomado de mi mano en un cine o sobre el Puente de la Mujer de Puerto Madero.
Hoy quiero que estes conmigo en sueños o en realidades camufladas...

Tiempo

Soñé que el tiempo me llevaba años atrás cuando nos conocimos, durante las noches que hablabamos largas horas vía cam, cuando cantabamos, cuando te aguardaba llegar de la uni o cuando por las grandes tormentas nos incomunicabamos...
Soñé lágrimas, soñé sonrisas, soñé abrazos, soñé despertar y que estuvieras a mi lado y también algún que otro beso, soñé que estabas para mí y yo para tí todo lo que ambos deseabamos.
Era la vida perfecta, la ideal, la de trabajos periodísticos en común, la de aquella entrevista a Jaime Bayly que quedó guardada dentro de aquel libro que me regalaste.
El tiempo y las distancias son tiranas, mas cuando los "te amo" suenan a sueños lejanos, cuando los besos tienen el dolor y el calor de los días que pasamos juntos alguna vez, mas cuando caminando por calles llenas de recuerdos una lluvia me baña sin pedir permiso...
Canciones con lágrimas, amor en líneas de chat, nuestras ficciones encubiertas, nuestros Yo mas profundos esperando salir en alguna otra vida para ser y estar para el otro siempre que nuestro corazón lo desee.
Porque nos identifica la canción: "Sin Daños a Terceros", porque aceptamos esa distancia aunque se nos destroce el alma en mil pedazos, porque como lo hablamos muchas veces "llegamos tarde" y hoy solo nos mantiene en pie el saber que aunque no podamos estar juntos nos llena el saber que aun seguimos juntos, como colegas, como amigos... o simplemente como Myrna y su Gallego.

Todo va a Cambiar

Pienso, pienso, pienso... es lo unico que puedo hacer desde que hablamos...
desperté cuando en mi celular sonaba un mensaje de texto diciendo que me conectara que tenías algo que decirme, algo importante y asi que con la velocidad del propio correcaminos fui a buscar mi laptop solo para conocer que era eso tan importante que tenias para mi.
Pensé tantas cosas, soñé realidades, solo me quedaba aguardar esos minutos... y ahi estabas, igual que el primer día que te vi, con el brillo en tus ojos, expectante con una noticia para decirme.
"Todo va a cambiar, Myrna"- se oyó decir...
Cuando lo vi ahí, respiré, suspiré, millones de recuerdos sobre calles porteñas vinieron a mi mente, él amante de "Su Buenos Aires" como el lo llama vivía muy lejos, pero sueña con algún día despertar bajo su sol.
"Necesito que si tienes batería en la mini me lleves a la calle, a ver como esta sin mi" dijo, honestamente miles de lágrimas brotaron de mis ojos cuando empezamos a recordar las cosas que habíamos hecho en su viaje anterior cuando pudimos vernos.
"¿Todavía quieres verme? si es así solo dimelo y mañana mismo me tomo un avión"
De verdad que tenía muchas ganas de verlo, mas aún después del poco tiempo que habíamos compartido en mi estadía en Caracas.
¿sabés? ahora no voy a poder hacer nada para no pensar en vos... siento que necesito tenerte cerca, que me abraces fuerte y poder llorar toda la angustia que llevo dentro, siento que lamento el tiempo y las distancias, siento que todas las noches que pasamos juntos guardan la magia de un gran amor...

Por todos los mails que nunca pudieron ser escritos, por todo lo que uno guarda en lo mas profundo del corazón, por la canción que me regalaste y que lloro cada vez que la oigo...